Anteriormente había platicado sobre mi aversión a trabajar con y para mujeres. Pero la verdad es que me he tragado todas y cada una de mis palabras. Tengo la FORTUNA de tener una jefa increíble... la admiro en tantos niveles que me parece casi imposible de creer. Es una esposa, madre y profesionista, súmamente inteligente que tiene que lidiar todos los días con la misoginia de los hombres que no están acostumbrados a tener una mujer como ella al frente. Siempre está diciendo lo que opina, pero de una manera inteligente y acertada, no la tipica persona que habla solo por hablar. De verdad que estoy fascinada con ella. Creo que nunca había estado tan maravillada con un jefe tanto en mi vida... bueno solo con uno, el primero, pero con el tenía varias cosas en su proceder que no me parecían. Con esta jefa en realidad no tengo absolutamente nada negativo que decir. Y eso es muy raro en mi que siempre ando viendo "areas de oportunidad" por cierto, ODIO esa frase, siento que es una manera "linda" de decir: errores... algo muy mexicano ya que no estamos costumbrados a decir cosas negativas de frente, siempre tendemos a estarlo maquillando todo.
Mi jefa además de ser una mujer súmamente inteligente, también gusta de ser mujer, y con ello quiero decir que no es la típica "intelectualoide" que rechaza su belleza de mujer para ser considerada "en serio". Mi jefa al contrario, gusta de verse y saberse guapa y totalmente femenina. De verdad que es un gusto poder trabajar y compartir con alguien como ella.
Pero no todo es hacia arriba, las niñas que están a mi cargo me sorprenden a cada minuto. Son niñas de entre 22 y 24 años con una inteligencia privilegiada también. Emprendedoras, atinadas, inteligentes pero mas que nada, dispuestas a aprender y por lo tanto no son liosas. Es un deleite estar rodeada de mujeres así, me siento increíblemente afortunada.
Han habido días en que las veo llorar por algún colico insoportable, otros días en los que sencillamente se derrumban ante la frustración con lágrimas o corajes, pero he visto también que hacemos un maravilloso equipo, porque nos apoyamos unas a otras y eso también es algo que nunca antes había visto. Tal vez sean una nueva estirpe de mujeres trabajadoras, si es así me hacen recuperar la fe en el género, pero mas que nada en el género y su actitud con las congéneres mas jóvenes que vienen empujando con todo.
Definitivamente en este nuevo empleo he replanteado muchas cosas que ya pensaba de manera distinta. Primero pensaba que no podria sobrellevar un matrimonio feliz con hijos y todo... sobre todo los hijos... ya había desistido de tenerlos, pero ahora veo que si es posible tenerlo todo.
También había desistido en tener fe en las mujeres que trabajan, no había encontrado mujeres que estuvieran dispuestas a dejar de lado sus temores y envidias, y quisieran aun enseñar a las nuevas generaciones sin temores absurdos a sentir amenazada su posición.
Este nuevo trabajo me está enseñando muchas cosas, pero mas que nada me está haciendo muy pero muy feliz.
lunes, 19 de abril de 2010
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